En muchas ocasiones, los padres cristianos no consiguen pasar a sus hijos una fe firme. Pasar la fe de padres a hijos sucedía con naturalidad en generaciones anteriores, pero ya no en la nuestra. No sucede solo entre cristianos: familias de otras tradiciones religiosas también lo experimentan.
Vamos a señalar 10 factores que ayudan a que las familias puedan transmitir su fe a sus hijos. Como siempre cuando se trata de valores reales, requiere constancia y coherencia.
1. Celebra las festividades y cuenta su historia
Las festividades religiosas llaman la atención de los niños: son días
especiales. Una frase resume esta idea: "no es
que los católicos guarden la Cuaresma; es que la Cuaresma te mantiene
católico". Lo mismo podría decirse de la Navidad cristiana y de otras
fiestas. No basta con celebrar la fiesta: hay que contar la gran historia que hay detrás de cada fiesta.
La Navidad tiene sentido cuando se proclaman las lecturas de Navidad, relatando el nacimiento de Jesús.
Las festividades sin historias detrás (pensemos en Halloween) a menudo
suenan a huecas.
2. Responde las preguntas de los chicos
Los niños hacen preguntas sobre Dios, sobre la fe, sobre la religión.
Hay que estar preparado para responderlas. Hay preguntas sobre el
comportamiento que también llevan a hablar de la fe. "¿Por qué debo
perdonar a esos chicos malos?", "¿por qué me pides ayudar a esos?", nos
lleva a las enseñanzas y el ejemplo de Jesús. (Si no sabemos la respuesta a una pregunta podemos honradamente decir: "pues no lo sé exactamente, pero lo buscaré y te lo diré".
En el Catecismo hay muchas respuestas, que hay que traducir al lenguaje
infantil. También hay gente que trabaja con niños que pueden ayudar:
maestros, catequistas...). No es beneficioso responder "no hagas
preguntas", "es así y punto", "hacer preguntas está mal"...
3. Id con regularidad a las celebraciones religiosas o los sacramentos
Si la fe es solo un añadido para los ratos libres, no se contagiará a
los hijos. Los niños han de ver que es una prioridad, y la más clara es
el tiempo. Si la familia solo va a misa "a veces", el niño pensará que es una cosa poco importante o algo "útil en casos convenientes"
(alguna enfermedad, un gesto social...). Los niños han de ver que la
celebración religiosa es una prioridad en la familia, en la organización
semanal o
diaria.
4. Involúcrate en el servicio a los demás... y que te vean
"Servir a los demás es la fe con pies". Los niños aprenden de lo que ven hacer a sus padres. Si te ven ser voluntario en Cáritas, Manos Unidas o la parroquia, ellos aprenderán a hacer ese tipo de servicios. También es bueno involucrar a toda la familia: recogidas de material, actividades, etc...
5. Enseña a confiar en Dios
En el cristianismo, todo está basado en la confianza en Dios. Una clave es enseñar al niño a confiar toda su vida en el Dios que lo creó, que lo ama y quiere lo mejor para Él.
6. El juicio definitivo sobre cada persona está reservado para Dios
A todos nos molestan que nos juzgen y critiquen. La realidad es que una persona religiosa y prudente sabe que para realizar juicios definitivos en necesario ser Dios mismo: sólo Él tiene todos los datos y perspectivas sobre los hechos y las motivaciones. A los niños les enseñamos a distinguir los actos buenos de los actos malos, y está bien,
pero a la hora de clasificar a la gente es mejor recordar lo de "no
juzguéis y no seréis juzgados" (y explicar lo que significa). "Enséñales
a tener un corazón humilde que busque entender al otro".
7. Sé suave con los niños y ciertas enseñanzas complicadas
Hay cosas en la religión que a los adultos les molestan pero a los niños les parecen normales. Y, al revés, hay cosas en las que los adultos ni se fijan y a muchos niños les pueden asustar o repeler.
En la cultura católica pueden ser muchas: imágenes de mártires con
sangre en la parroquia, o ciertas expresiones sobre el infierno o el
demonio, algunos detalles prácticos de los sacramentos... Las cosas
complicadas hay que explicarlas con suavidad, y no de forma brusca o
con prisas y aspavientos o exagerando.
8. No mantengas a los niños en una burbuja
Incluso en los países de mayoría católica, hay personas de otras
creencias y religiones y, de hecho, las personas con poca o ninguna
religiosidad son mayoría. No tiene sentido intentar hacer creer a tus hijos que "todos hacen como nosotros". No es así, y enseguida se darán cuenta.
Y llegará el momento, al crecer, en que tomará sus propias decisiones
sobre religión. Es bueno que desde niño pueda dialogar y convivir, en un entorno
moderado, con personas de otras creencias. También es bueno que vea que hay otras parroquias y otros párrocos que hacen las cosas de otras maneras.
9. Dile que comparta la fe con sinceridad y humildad
Nuestra sociedad pretende hacernos creer que ya casi no hay tabúes, excepto hablar de la propia fe con otras personas. Hemos de enseñar a nuestros hijos a que puedan hablar de su fe sin complejos ni vergüenzas: creemos que es buena, bella y verdadera y la queremos compartir. Hemos de ayudar al niño a poder expresar por qué cree y en qué cree. Y ha de poder hacerlo con sinceridad y también con humildad. La fe da alegría y un terreno firme: no debe dar soberbia.
10. Se necesita una aldea para educar... dásela
"Se necesita una aldea para educar un niño", dice un refrán africano que
se cita mucho. En lo religioso es especialmente cierto: la fe se
transmite en comunidad en grupo. En ella vemos que personas distintas
(varias edades, procedencias, estilos) creen todas las mismas verdades,
cada una con sus características particulares . Ese testimonio
colectivo fortalecerá la fe de tus hijos. Hay que buscar esa comunidad,
la parroquía de tu localidad es lo más cercano.
catequista en camino
viernes, 19 de junio de 2020
sábado, 18 de abril de 2020
domingo, 12 de abril de 2020
Domingo de Resurrección
Verdaderamente debemos estar alegres.
Entre tanta oscuridad, tantos momentos oscuros, Jesús resucitado viene a decirnos: CONFÍA.
Y esta es la imagen que más me gusta.
viernes, 10 de abril de 2020
Vigilia y cirio Pascual
Se llama Cirio Pascual a la vela que se consagra y enciende en la Vigilia Pascual, en la liturgia de la noche del Sábado Santo; y es signo de Cristo resucitado, y su luz.
Este símbolo es muy importante. Nos ayuda, a todos, a alimentar nuestra fe, en estos momentos de dolor y oscuridad.
Este símbolo es muy importante. Nos ayuda, a todos, a alimentar nuestra fe, en estos momentos de dolor y oscuridad.
El Cirio Pascual es
el que se enciende en la Vigilia Pascual como símbolo de Cristo–Luz. Es
uno de los símbolos más expresivos de la Vigilia ya que la celebración
se realiza en medio de la oscuridad, es decir, se hace de noche y
empieza con las luces apagadas. Se inicia con una hoguera en la que se
enciende el Cirio, que tiene una inscripción en forma de cruz,
acompañada de la fecha del año y de las letras Alfa y Omega, la primera y
la última del alfabeto griego, para indicar que la Pascua del Señor
Jesús, principio y fin del tiempo y de la eternidad, nos alcanza con
fuerza nueva en el año concreto que vivimos.
Al Cirio Pascual se le incrusta en la cera cinco granos de incienso, simbolizando las cinco llagas santas u gloriosas del Señor en la Cruz.
En la procesión de entrada de la Vigilia se canta por tres veces la aclamación al Cristo: ”Luz de cristo. Demos gracias a Dios “,
mientras progresivamente se van encendiendo los cirios de los presentes
y las luces de la iglesia. Luego se coloca el cirio en la columna o
candelabro que va a ser su soporte, y se proclama en torno a él, después
de incensarlo, el solemne Pregón Pascual.
El Cirio Pascual simboliza también la ofrenda, como cera que se gesta en honor de Dios, esparciendo su Luz.
Éste
estará encendido en todas las celebraciones durante las siete semanas
de la cincuentena pascual, al lado del ambón de la Palabra, hasta la
tarde del domingo de Pentecostés.
El
Cirio Pascual también se usa durante los bautizos y en las exequias, es
decir al principio y el término de la vida temporal, para simbolizar
que un cristiano participa de la luz de Cristo a lo largo de todo su
camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la
vida eterna.
La resurrección de Jesús
Un vídeo de nuestro Hermano Zeferino, sobre la
Resurrección de Jesús.
Incluye los principales momentos de la vida de Jesús.
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